En casi todas las empresas se celebran la tradicional cena o comida, una excelente oportunidad para estrechar vínculos con los trabajadores, transmitirles los mejores deseos y sentimientos de unidad, además de hacer un balance del año vivido, compartir las expectativas y deseos para el próximo año.
Es muy importante que los máximos responsables de las empresas se comuniquen con todos los empleados, no sólo con aquellos de su entorno más inmediato, muestren su lado más personal, transmitan cercanía, confianza y agradezcan el trabajo y esfuerzo realizado.
Gestos tan simples ayudan a subir los ánimos y motivación a los empleados, redundando en un mayor compromiso.
La Navidad, también es la época perfecta para contactar con nuestros clientes de una manera amable y cercana, para retomar el contacto con las personas con las que hemos trabajado, para reconocerles la confianza depositada de forma sincera y si ningún ánimo comercial, un simple agradecimiento.
Es también un momento ideal para llevar a cabo una iniciativa solidaria, como colaboraciones con alguna ONG, realizando así una labor de responsabilidad social corporativa, a la vez que contribuimos positivamente a la imagen de la empresa.
En definitiva, la Navidad, parece ser, la ocasión perfecta para potenciar la motivación, fortalecer la cohesión del equipo y reforzar el sentimiento de pertenencia. Y también, un buen fomento para recuperar relaciones pasadas y contribuir socialmente.
La gran cuestión es, ¿por qué sólo lo hacemos en Navidad? ¿Y si cultiváramos este espíritu navideño durante todo el año? Sin lugar a dudas, tendríamos mejores empresas, mejores equipos directivos y trabajadores, y mejor sociedad.
¡¡¡Feliz Navidad a todos!!!
Antonio Guerrero
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