Lecciones de la pandemia (I)

Situaciones como las que estamos viviendo invitan a reflexionar sobre muchos aspectos; personales, profesionales y generales de nuestro entorno político, económico, tecnológico y sociocultural. En cualquier caso, lo más importante será extraer enseñanzas que nos ayuden a mejorar. En esta línea, apunto algunas conclusiones: escuchamos lo que queremos, no siempre querer es poder, la previsión es muy importante y la planificación también, somos más adaptables de lo que pensábamos, no estábamos digitalizados y las personas deben ser el centro, las cercanas, obviamente, pero también nuestros empleados y nuestros clientes.

Entremos en detalle. Escuchamos lo que queremos. Que facilidad tenemos para modular los mensajes que recibimos y adaptarlos, por un lado, a nuestro pensamiento preexistente y, por otro, a lo que nos conviene, para ni cambiar hábitos, ni salir de nuestra comodidad.

Releyendo la hemeroteca de febrero, aun no sé cómo no me di cuenta, no nos dimos cuenta, de la gravedad de la situación. Ya se que los mensajes oficiales atenuaban el riesgo, pero la realidad de las noticias y la situación en otras zonas del planeta eran palmarias. El parapeto de esa verdad oficial, que nos interesaba creer, no puede anular nuestra capacidad de razonar y descubrir la realidad que estaba delante nuestra, y más cuando los oficialistas tenían la misma credibilidad que actualmente, y no hace falta que les diga cuanta.

Nuestro espíritu crítico no puede estar sólo en la protesta por la protesta, en ser un reventaó (al que todo le parece mal y lo pregona constantemente). Debemos hacer un análisis crítico de verdad, es decir, independiente y riguroso, de los hechos y no de las intenciones u opiniones. Esto obliga a razonar con humildad y cautela sobre la rotundidad de nuestras verdades preestablecidas, con perspicacia y agudeza para separar los hechos de las opiniones, lo objetivo de lo subjetivo, lo real de lo figurado, los actos de las intenciones, con flexibilidad y apertura de mentes y con empatía y comprensión, para adoptar otros puntos de vistas, otras verdades o modular los nuestros. Seguiremos.

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