Exigencias futuras y del presente

La semana pasada publicaron los datos de la encuesta realizada –por la empresa demoscópica 40dB–, sobre la satisfacción laboral de los españoles. Aunque la información es abundante, les resalto tres aspectos: qué valoramos más los españoles, qué nos preocupa, y cuáles son nuestros miedos.

Los más valorados son las mejoras salariales, la conciliación, esencialmente flexibilidad horaria, y el cuidado de la salud mental. Dado que el 70% ha sufrido burnout en el último año, es absolutamente lógico. Se buscan, en consecuencia, empresas en las que exista buen ambiente, un trabajo motivador y que permita un desarrollo personal y profesional, además de, buen trato y el cumplimento de lo pactado.

Las preocupaciones se centralizan en el sueldo y la estabilidad laboral. Continuamos con un salario medio inferior a la media europea, y muy por debajo de Alemania Francia e Italia. Se pierde poder adquisitivo, no se llega a final de mes, en unos casos, no se puede ahorrar, en otros, y se percibe una preocupante evolución. Además, seguimos teniendo la tasa de desempleo más elevada, 11,9%, doble que el promedio de la UE.

Si el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que  pueden cambiar el 60% de los empleos del mundo (se destruirán unos pero se compensarán los eliminados, posiblemente, menos que más), y numerosos expertos afirman que estamos en una revolución de las tareas, es absolutamente lógico, que la inteligencia artificial y otras tecnologías sea el principal miedo, y que la mayoría considere que el mercado laboral de la próxima década exigirá más formación y cualificación, dado que las empresas necesitarán personas con nuevas competencias en las que la mayoría tienen grandes carencias.

Por su parte, las empresas, sus empresarios y directivos, no pueden ignora esta exigencia de formación si no quieren quedarse fuera de juego. Deben actualizarse y formarse, es muy importante, quizás imprescindible, conocer los usos que podemos hacer en nuestro sector de esta tecnología, qué complemento es para nuestras actuales procesos y tareas, y cómo, por tanto, reducir tiempos y mejorar la productividad. Qué ventajas se obtendrán de usar el bigdata y la inteligencia artificial, y los riesgos de no tener una estrategia de ciberseguridad son mínimos aspectos que la empresa debe tener en cuenta.

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