INTRAINICIATIVA

La revolución tecnológica en la que estamos nos ofrece un futuro incierto, nos facilita la vida en muchos aspectos (hiperconectividad, inteligencia artificial, avances biotecnológicos, etc…), pero también nos hace vivir en continuo cambio, disruptivo en muchos casos, lo que nos lleva a un sinvivir constante.

Sinvivir que tenemos tanto a nivel personal, debemos adaptar nuestras habilidades y competencias, adquirir conocimiento de forma continua, y convivir en un mercado laboral muy competitivo y exigente, como a nivel empresarial, con un entorno muy competitivo, clientes impacientes y menos fieles o más difíciles de fidelizar, lo que les obliga a lanzar nuevos productos constantemente o a redefinir los que tienen, a ser mejores, a ser las primeras de la clase, a no sólo adaptarse al cambio sino a provocarlo.

Con este panorama podemos hacer dos cosas, caer en el pesimismo o conformismo y pensar que las cosas son como son, no hacer nada y dejarnos llevar, o bien tener una actitud optimista o inconformista alimentada en la esperanza de conseguir un objetivo, pero condimentado por el esfuerzo y el trabajo de cada uno, de tal manera que seremos o alcanzaremos lo que nos labremos, no sin que nos cueste, no sin trabajo. No vale solo el deseo si no se acompaña de las acciones, con llevarlo a la práctica.

Contar con personas así en nuestras organizaciones es una gran oportunidad que debemos desechar. Ahora bien, hay que crear las condiciones adecuadas para que fructifiquen y, especialmente se necesita de una actitud directiva que se centre en tres elementos básicos: las personas, como los verdaderos protagonistas de las organizaciones. Serán el efecto diferenciador, las máquinas, herramientas, instalaciones, la marca, etc… puede construirse con dinero. Busquemos dentro de las organizaciones a personas curiosas, que no teman el riesgo, que se cuestionen las cosas y no adversas al cambio. Un segundo elemento, la formación, como generadora de conocimiento, y este como desarrollo de la autoconfianza, el atrevimiento, el espíritu crítico. Sin el conocimiento no se podrá generar innovación. Y tercero, los valores de la organización, como base sobre los que se construyen las actitudes y comportamientos, son las que otorgan el sentido global a la organización y las que proporcionan consistencia al resto de elementos.

Antonio Guerrero

Compartir:
Últimos artículos

De becario a aprendiz

Me contaban la futura implantación en Málaga de un centro alemán de formación dual y cómo Alemania ha hecho de este modelo uno de sus

La bronca es fácil

La descalificación ha sustituido al argumento, la bronca al análisis, y el desprecio al adversario es la forma aceptada, incluso aplaudida, de hacer política. Sólo

No está todo perdido

Europa es como una gran empresa que, tras décadas de éxito, se ha dejado llevar por la inercia y la complacencia. En la segunda mitad

Palancas de futuro

Las pymes se enfrentan a crecientes desafíos en este cada vez más complejo e incierto entorno. Sin embargo, el problema no está en las circunstancias

Send Us A Message

Ir al contenido